Por José Mª Caso (entierraenhumoensombraenpolvoennada.blogspot.com)
Jeannine Mestre, José Luis Esteban, Pablo Derqui, Montse Tixé y Tristán Ulloa, retratados por JAVIER NAVAL.
«Shepard, difícil y lúdico, da a ‘True West’ mucho color, despista al público y más a los actores que han de representar el anhelo de ser el otro»
Ella, si exceptuamos aquella danza de Solo y amargo de 2011, con Rafael Amargo, debutará, creo, en la dirección con el estreno este sábado en el Niemeyer de El verdadero o el real oeste (True West) de Sam Shepard, traducido por don Eduardo Mendoza. Su nombre es Montse Tixé y la conocemos bien por su trabajo de regidora, al que según los Ron Lalá es a quien hay que echar la culpa si una función va mal, y ayudante de dirección de grandes montajes como Incendios o Viejo amigo Cicerón. Ellos son Pablo Derqui, que viene por segunda vez a entusiasmarnos este trimestre a Avilés después del soberano Pedro Páramo, versión Miró-Gas, en la que también estaba Tixé, y Tristán Ulloa, al que creo que no le vemos por aquí desde su glorioso Víctor en El precio de Arthur Miller, dirigido por Silvia Munt. Solo ella es nueva en nuestro programa y porque nunca se repite la primera vez es por la que empezaremos por Montse Tixé nuestro agradecimiento y bienvenida a Avilés y a nuestro espacio.
Tristán Ulloa, que también fue un excelente Gibbs, en Invernadero, a la altura de su Bruto en Julio César, interpreta ahora Lee. Buena tarde.
Pablo Derqui, de su sobrecogedor Calígula al impresionante Juan Preciado y compañía, encarna ahora a Austin. Bienvenido de nuevo a esta tierra en diciembre.
—Directora Tixé ¿le pasa o le pasó lo mismo que a la madre de Austin y Lee que finalmente deja hacer por imposibles a este Derqui y a este Ulloa?
Monte Tixé (MT): Creo que aún no estoy en esa tesitura pero, bueno, me dejan, me dejan hacer.
—Anda Tristán presumiendo ante Juan Cruz y sus lectores de que fueron ellos dos los que la llamaron pero le leí en un El hombre que fue jueves de Marcos Ordóñez que ya tenía en 2017 una, le cito, “obra muy clara” para dirigir de la que no le podía decir el título.
MT: Es esa misma. Había un par. Entonces, la cosa no salió. Esta vez, sí. Uno de los títulos era este. Sí, sí.
Tristán Ulloa (TU): Por alusiones, quiero aclarar. En esa entrevista hubo algo raro, no sé, que yo no hablé claramente, qué sé yo, pero quiero aclarar, con todo el cariño para Juan Cruz, al que quiero mucho. Pero no sé como fue pero el caso es que la idea del montaje partió de Montse que nos propuso hacer esta función. Justo en la época postconfinamiento, nos juntamos a comer, me prepararon un salmoncito muy rico.
Pablo Derqui (PD): Un salmón, ¿Cómo es?, al vapor.
TU: Al vapor, sí. Y hablando, hablando, estaban ahí como preparando, urdiendo algo. Y me preguntaron: “¿Tú te animarías a esto?”. A mí, me pareció un regalazo. Caramelo envenenado, por cierto.
—Hablábamos antes de que en su aparente sencillez, el texto resulta toda una complicación.
PD: Es una obra que cuanto más la transitamos, cuanto más la trabajamos y profundizamos en ella nos damos cuenta de que aparentemente es simple, como decías, pero mezcla géneros, apunta muchas cosas, no se acaba casando con nadie. Parece que Sam Shepard se hubiera divertido: “A ver. Voy a despistar al público pero todavía más a los actores que la intenten interpretar”. Je, no acabas de saber muy bien cuál es el tono general. Yo creo que no lo hay. Es una mezcla de muchas cosas. De ahí, el lirismo y la espiritualidad que se habla siempre de Shepard. Es cierto. Aparentemente, costumbrista o este tipo de realismo americano, tiene unos planos mucho más elevados. Ahí es donde nos estamos perdiendo cada día. Pero felices.
TU: Sí, sí, sí, sí. Entre el humor y el realismo mágico es maravilloso transitar.
—Y encima los personajes evolucionan, ¿verdad, señora directora?
MT: Nada, nada de señora directora.
—¿Evolucionan o dan la vuelta? No sé.
MT: Evolucionan, evolucionan. Son antagonistas en caracteres y personalidades pero hay un momento en que se van cruzando: “Yo quiero ser como tú”. Y, bueno, no descubriremos nada pero sí, van evolucionando hacia el cruce de querer ser como el otro cada uno de ellos. Lo que decía Pablo, yo creo que hay muchísimos temas y de muchos colores. Y no existe una línea supermarcada. El texto tiene no sé si es un drama familiar o como si fuera una comedia de humor negro. Tiene muchísimos colores y ahí estamos navegando aún. [La entrevista es de dos días antes del estreno].
—Austin y Lee son dos hermanos en un pueblo de California, a tiro de piedra del desierto del Mojave. ¿Se atrevería Pablo Derqui a explicarnos el personaje que encarna Tristán Ulloa y viceversa, Tristán Ulloa al de Pablo Derqui? No sé si es una cabronada…
PD y TU: No, no.
—o una pasada, pero ante pregunta necia, siempre está contestar lo que a uno le dé en gana.
TU, PD y MT: Ja, ja, ja.
PD: Pues vamos a hablar del salmón al vapor. [risas]
TU: Exacto. ¡Venga!
PD: Es curioso porque además casualmente en una de las versiones que se hizo anteriormente en Broadway los actores intercambiaban los papeles. Esa es una cosa interesante porque parece ser que, como bien me decía Tristán hace poco, que habían visto en unos escritos del propio Shepard, habla mucho de esa dualidad que es inherente a la propia persona. Habla de una única persona que tiene otro yo, que puede ser sí mismo, que puede ser que se pueda transmutar en un hermano o en un alter ego. Esto es lo que sucede en esta obra. Son dos personajes, aparentemente diferentes pero que se complementan, se fagocitan, se necesitan uno al otro y se repelen al mismo tiempo.
En el caso de Lee, el que interpreta Tristán es el hermano mayor, díscolo, quizá descarriado, que vuelve a casa, no se sabe si de vez en cuando, vive de pequeños hurtos y trapicheos, también de peleas de perros, incluso, dice que ha vivido en el desierto hace poco. Es bastante asocial. Es el hermano mayor que un poco maltrata, un poco, al pequeño. Y un poco es eso, sin avanzar mucho más.
TU: Yo estoy de acuerdo con lo que ha dicho Pablo respecto a la relación que tienen estos dos personajes.
Austin para mí es, es el hermano pequeño pero en muchos sentidos, desde Lee, lo veo como al hermano mayor: un tipo que ha sabido o que está tratando de construir una vida, una vida estable, una vida cabal, con su trabajo, su familia, bueno, se está haciendo un sitio en la difícil industria de ser guionista, en el show business americano, en aquella época de los años 50-60. Todos los personajes tienen sus carencias y sus reflejos en el personaje que tienen en frente. En este caso, Austin tiene anhelos que no se atreve a confesar hasta alcanzar determinados estados de alcoholemia. Ja, ja. Entonces, ahí es donde nos damos cuenta, en esos estados etílicos, de las carencias de cada uno de ellos. Al final, son cosas…: anhelan lo que no han vivido, lo que no tienen y lo que ven que tiene el otro. Idealizan de alguna manera lo que el otro tiene. Y se ven deseando lo del otro. Y es muy infantil, al final son,
MT: Dos niños.
TU: dos niños. Son dos adultos que se comportan como niños todo el rato.
MT: Se necesitan constantemente.
TU: Ajá.
MT: Lo que pasa es que no lo ven. Pero se necesitan. Yo creo que es una historia de amor.
PD: Sí.
TU: Sí.
—¿Una historia de amor familiar?
MT: Es una historia de amor familiar. Pero como en todas las familias el conflicto existe, la violencia existe, el maltrato existe en mayor o menor escala. Y lo que bien dicen ellos: son superantagonistas, la personalidad es superdistinta pero se anhelan uno a otro. Y se necesitan. Creo que la función, de hecho el pretexto es un guion que tienen que escribir juntos, es que si no escriben juntos no funciona. Individualmente, no funciona. Yo lo veo como una historia de amor aunque sea un poco así hackode.
PD: Como todas las historias de amor.
—¿Y qué tal llevan Lee y Austin apagarle la luz a su madre (Jeannine Mestre) y pagarle la luz a Sam.. Skipper no?
MT: Saúl Skimmer.
PD: Skimmer.
TU: Skimmer, Skimmer.
—José Luis Esteban. ¿Cómo encajamos a esos dos personajes ahí?
MT: Cuando tuve que buscar un productor [Saúl Skimmer] y una Madre, me costó bastante. En el caso de Madre en seguida vi que Jeannine podía aportar muchísimo ya no por toda su carrera en este mundo sino también porque una vez leído el texto le encantó, le entusiasmó, entendió perfectamente el personaje. La suya es una sola escena al final de la obra muy concisa, muy precisa, casi, casi en otro tono distinto al resto de la obra. Y necesitaba a una intérprete de peso. Jeannine dijo que sí. Hace tiempo que no hace teatro pero le encantó el proyecto y la compañía. Dijo que sí enseguida. A Jota, José Luis Esteban, no lo conocía teatralmente hablando, en directo, digamos. Me hablaron de él. Y nada. Tuve un par de entrevistas y pienso que encaja a la perfección en el papel de este productor Saul Skimmer o Skipper [Shepard hace un juego de palabras con los dos nombres que en español se corresponden con ‘patrón’ y ‘desnatadora’ respectivamente] o como le llamemos.
—Bueno, eso viene muy a cuento, para redimir un poco a Juan Cruz…
TU: ¿De qué, de qué?
—¿Es verdad que las cosas salen mejor si se trabaja con buenos compañeros y buena compañía? Frase de Tristán Ulloa en la misma entrevista en la que se nos fue la mano. A Juan Cruz o a mí.
TU: No, no. Seguramente no lo supe expresar. Nunca echo balones fuera por esas cosas. Sí, por supuesto, se trabaja mejor. Yo tenía muchas ganas de trabajar con Pablo, con Montse. La verdad es que era muy difícil decir que no. Más con este texto. Y luego se apunta Mendoza. Y ves que están juntándose unos esquejes muy interesantes para esta historia y te dices ‘hay que hacerlo, hay que hacer’. Para mí, es un texto que me rondaba desde la escuela de Arte Dramático que nunca me atreví con él. Me decía ‘qué cosa tan complicada’. Se lo vi hacer a unos compañeros en la escuela, en su día, y he visto algún montaje por ahí, americano, de los últimos que se han hecho. Pero en realidad me parecía un texto muy complicado. Y ahora, una vez dentro, metiéndonos en él, me doy cuenta de que no solamente es un texto muy complicado sino que es un texto más complicado de lo que yo pensaba. Pero al mismo tiempo es muy lúdico. Cada vez que empezamos la función, cada vez que yo arranco con esa frase —‘Así que mamá se ha ido a Alaska’— es un salto al vacío espectacular. De verdad, no sé lo que va a pasar. Ya sé que en todas las funciones se dice lo mismo. Pero hay algo ahí, algo de concierto de rock and roll: vamos a ver, sabemos lo que vamos a cantar, no sabemos cómo va a estar hoy el tema, el público, el ritmo, pero lo disfrutamos mucho. Y probablemente habrá momentos en que estaremos más altos, más bajos. Pero el público puede tener seguro que estamos cuatro actores dándolo todo en ese momento. Y lo disfrutamos mucho.
—No quiero que me salga la forofada juanrulfiana. Pero ¿es más complicado que Juan Preciado y compañía, Pablo Derqui? [Hace poco más de dos meses Vicky Peña y él, trajeron al Palacio Valdés la versión teatral de Pau Miró de Pedro Páramo de Juan Rulfo, dirigida por Mario Gas con Montse Tixé de regidora y ayudante de Gas].
PD: Es otro registro. A mí, me pasó como a Tristán. Comparto sus palabras. Al principio, pensaba: ¡qué chulo, qué listón más chulo pero qué complicado! Y cuanto más te metes, más te das cuenta de lo complicado que es. El tono te despista todo el rato. Los personajes toman decisiones que te sorprenden. Juan Preciado lo que tenía era el reto de sostener una prosa y una poesía, una prosa poética muy elevada. En este caso, el lenguaje es mucho más dialógico. En ese sentido, más relajado. Yo con Juan Preciado iba con el culo muy prieto por el lenguaje. Y ahora lo estoy pero por lo emocional y por el entendimiento de las situaciones que van transitando los personajes. Es un reto diferente, creo, al mismo nivel o más. Sí, sí. Es lo que contaba Tristán: empezamos la función y no sabemos cómo la vamos a transitar, cómo va a suceder, es un partido que empieza y a ver qué pasa. Sin árbitro, a muerte.
—Maravillosamente lo haremos, ¿no, Montse Tixé?
MT: Eso espero y de la mano de Eduardo Mendoza que nos ha hecho una traducción-adaptación maravillosa.
—Parece que según lo lee en inglés lo traduce directamente.
MT: No sé lo que hace pero cuando nos pasó la primera versión, la verdad es que la tradujo bastante rápido, trabajamos un poco, vino él y resultó magnífico trabajar con él, con lo que nos propone, siempre muy abierto a cualquier cambio que se necesite. Para mí, ha sido un lujo contar con él. En el momento en que se lo pedí, yo no sabía si me iba a decir que sí o que no. Ya habíamos trabajado, de la mano de Mario Gas, por supuesto.
—En Invernadero de Pinter.
MT: Sí. Y en alguna cosa más. Lo conocía y me dijo ‘sí, sí, estoy encantado de hacerlo y estar en este primer proyecto tuyo’. Aparte de Eduardo, el equipo es muy joven. En escenografía tengo a Sebastià Brosa, más o menos es de mi generación. A Rodrigo Ortega, haciendo la iluminación. A Reme Gómez, con el figurinismo, el vestuario. Y a Orestes Gas, haciendo la banda sonora, que también es una pasada. Es mi primer ‘Time West’, ¿no?
—Y, de momento, ¿las sensaciones?
MT: Estoy como en una nube, sin parar de darle vueltas a la cabeza. Las sensaciones son muy buenas. Soy muy exigente y no paro, no paro de pensar, no paro de proponer. Mi entorno ve que estoy como un poco ansiosa. Y me lo dicen. Bueno, soy así. Quiero disfrutar al máximo este proceso y lo estoy haciendo. Tengo ganas de que el espectador vea esta historia, cómo la hemos planteado su relato.
—Una última para Pablo Derqui y Tristán Ulloa. ¿Preferís a Montse Tixé de regidora, para echarle la culpa, como decía Ron Lalá, o de ayudante de dirección o de directora?
TU: Bueno, no sé. Yo he tenido la suerte de tenerla de las tres maneras y… Yo prefiero a Montse Tixé en el equipo. Siempre. Me parece que es un activo importante. Y además creo que es fantástico que se haya lanzado a dirigir, me parece que es una buena noticia para el teatro.
—Una buena noticia para el teatro.
PD: Yo estoy totalmente de acuerdo. Era un paso necesario y natural. Después de ser la mano derecha de tan grandes directores que no paran de seguir llamándola, por algo será. Y como regidora yo creo que es la número uno. Entonces es un paso natural y estamos muy contentos de ser los primeros.