Por Ana Villa (revistateatros.es)
¡Nada es lo que parece a primera vista! Es la premisa de esta divertidísima comedia de Roberto Santiago que conjuga a cuatro personajes en uno de esos rincones donde ocurren cosas prodigiosas: declaraciones de amor y amistad, desmayos, besos indefinidos, contratos apasionados, poesía callejera… Charlamos con el autor de la obra y la actriz –María Zabala– quien, acompañada en escena por Manu Hernández, Ana Lucas y Antonio Romero a las órdenes de Alejandro Arestegui, protagoniza este caramelo teatral que triunfa en el Teatro Quique San Francisco.
Por ANA VILLA Foto GERALDINE LELOUTRE
¿Qué es “El bar prodigioso”?
María Zabala: Es la historia de cuatro personajes que se encuentran en un punto crucial en sus vidas. En clave de comedia, la obra plantea diversas preguntas al público sobre las relaciones de pareja y de amistad. La perversión del lenguaje y la manipulación es el hilo conductor de la historia. Durante la función, seremos testigos del crecimiento personal de estos cuatro personajes a lo largo de un año.
Roberto Santiago: Es una historia sobre la amistad, sobre las manipulaciones que hacemos constantemente en la vida. Una obra divertida, ácida y en la que podemos sentirnos muy reconocidos.
María, ¿cómo presentaría a su personaje en esta comedia?
María: Sophie es una artista que está pasando por un momento de crisis creativa. Tras dos años sin encontrar esa inspiración, decide salir a buscarla. Su relación de pareja tampoco está pasando por su mejor momento, así que tendrá que elegir entre su necesidad creativa y su matrimonio.
Roberto, ¿cómo es el resto de personajes, cuáles son sus conflictos?
Roberto: La obra cuenta la historia de dos viejos amigos que se reencuentran. Uno de ellos, Antonio, es un hombre al que todo le va bien: el trabajo, la familia, la salud. Al otro, Bernardo, todo le va mal: no tiene trabajo, ni pareja, ni nada de nada. Esa asimetría sufre un desequilibrio aún más grande cuando Bernardo confiesa estar profundamente enamorado de la esposa de su amigo, Sophie, una artista muy peculiar. Entre medias, aparece una camarera que a la vez es la narradora y testigo de la historia y también termina implicándose. Todo ocurre en un bar muy especial. Son cuatro personajes cuesta arriba y sin freno, parafraseando a Jardiel.
En su opinión particular, uno de los grandes pasajes de la función se produce cuando…
María: Para mí, al final de la escena 5, cuando Sophie y el público se dan cuenta de qué está ocurriendo en realidad. No voy a desvelarlo, pero creo que es un instante que nos congela la sonrisa y nos hiela el corazón.
Roberto: ¡Yo me quedo con dos! El primero, cuando Bernardo le confiesa a su querido amigo que está enamorado de su esposa y que, aunque ella todavía no lo sabe, es algo recíproco. Nos entran ganas de golpear a Bernardo por su desfachatez y, al mismo tiempo, le amamos por su sinceridad sin filtro. El segundo momento sería cuando Sophie explica por qué habla en grupos de cuatro palabras. Hace una apología sobre esa rareza y sobre el número 4 tan apasionada que tengo la sensación de que a todos nos entran ganas de empezar a hablar de esa forma tan rara (risas).
¡La función contiene nada menos que 10.872 palabras! Roberto, para usted que las ha escrito, ¿qué gran frase destacaría de este texto y por qué?
Roberto: Me quedaría con esta declaración sincera, controvertida y maravillosa que hace el personaje de Bernardo a su amigo: “Tengo intención, por así decirlo, de tener relaciones sexuales con tu esposa en repetidas ocasiones. Relaciones que podríamos decir serán a todas luces una cristalización de todas mis fantasías. Y tal vez, aunque de esto no puedo estar seguro, solo puedo sospecharlo, de las suyas también. No es una decisión, querido amigo, es algo que va a ocurrir, algo imparable. Nadie puede hacer nada por detenerlo”. ¡Qué peligro tiene, madre mía! Me encanta (risas).
En suma de todo, ¿por qué recomiendan este estreno en Madrid a los amantes de este bendito arte llamado teatro?
María: Porque es una comedia inteligente, ácida y diferente a lo que estamos acostumbrados a ver. Conjuga poesía, muchísimo humor y teatro actual en el sentido más amplio de la palabra.
Roberto: Porque es teatro hecho con el corazón, desde la pasión más absoluta. Y porque hay cuatro actorazos represen-tándola, cuatro animales teatrales que han nacido para vivir en un escenario.