Por Sara Bandrés (enelpatiodebutacas.com)
Quien me conozca, sabrá que en contra de lo que quizás debería hacer, siempre voy a ver las películas y las obras de teatro a ciegas. Nunca conozco el argumento ni lo que me voy a encontrar allí. Y esto tiene una fácil explicación: no me gusta hacerme ideas preconcebidas en la cabeza ni tener falsas expectativas de lo que espero ver al otro lado. Algo que por norma general al final siempre acabo agradeciendo.
¿Y por qué os cuento esto ahora? Porque seguir apostando por esta idea me ha vuelto a dar una nueva alegría, como el encontrarme regalos tan bonitos como ‘Las cosas que sé que son verdad’, el texto escrito por Andrew Bovell, y que cronológicamente hablando va después de tras ‘Cuando deje de llover’. Dirigido por Julián Fuentes Reta, con adaptación de Jorge Muriel y protagonizado por el propio Jorge, junto a Julio Vélez, Pilar Gómez, Borja Maestre, Candela Salguero y Verónica Forqué, quien además por este papel ganó el Premio Max 2020 a Mejor Actriz Protagonista y también el Premio Unión de Actores. Galardón que también se llevó en la categoría de Mejor Actriz de Reparto, mi querida y admirada Pilar Gómez.
Cuando ocupé mi asiento en el patio de butacas de La Rambleta (Valencia) y pude ver a telón abierto la escenografía tan espectacular (sin ser recargada) y tan preciosa que decora la historia de este montaje, ya empecé a imaginar que lo que iba a ver en unos minutos podía ser algo muy mágico. Ahí, mis nervios crecían y se sumaban a los que ya traída de casa por la emoción de poder ver en directo a Pilar Gómez.
Comenzamos. La megafonía anuncia el comienzo del espectáculo, las luces se apagan, los nervios hacen su efecto en el estómago, la paz llega a mi alma y todo el elenco con Candela Salguero a la cabeza, salen en escena. El viaje ha comenzado y con ellos, uno de los más bonitos que he vivido desde el patio de butacas de un teatro.
Y es que’Las cosas que sé que son verdad’ es un montaje en donde cualquier persona puede identificarse con alguno de sus personajes o con algunas de sus historias. Alrededor de una familia compuesta por un padre y una madre, que forman un tándem brillante como son Verónica Forqué y Julio Vélez, con sus 4 hijos (Pilar Gómez, Jorge Muriel, Borja Maestre y Candela Salguero) y tras el paso del tiempo de las diferentes estaciones, iremos descubriendo los viajes personales que emprenden cada uno de ellos. Una travesía emocional que de alguna manera o de otra todos hemos tenido que realizar alguna vez.
‘Las cosas que sé que son verdad’ es una de esas obras de la que no puedo contaros su temática, es de las que tenéis que vivir vosotros mismos e ir descubriéndola junto con unos intérpretes potentes que se dejan la piel y el alma sobre el escenario formando un equipo perfecto. Aquí nadie desentona, ninguno defrauda, todos van encajando en este puzzle familiar de la vida, que a través de su transformación personal nos descubren sus fantasmas más oscuros, sus miedos más ocultos o su deseo infinito por buscar la felicidad propia.
Una obra que remueve, que emociona y que te hace necesitar apretar bien fuerte la mano de quien tienes la suerte de tener al lado. Porque este texto a todos nos toca por dentro, a todos nos agita y a más de una nos hace sentir que somos nosotras los que estamos encima de ese escenario y que ahí hay parte de nuestra historia y de nuestros sentimientos.
Y por todo esto, yo solo puedo dar las gracias a Octubre Producciones por dejarme disfrutar de este montaje en directo y a todo el equipo que ha levantado una obra tan especial como ‘Las cosas que sé que son verdad’. Gracias por seguir haciendo teatro y por demostrar una vez más porque este arte es tan necesario en nuestro día a día. Y porque no hay nada tan mágico como el teatro y el poder disfrutar de la fuerza de unos intérpretes así en directo.