Por Antonio Castro (madridiario.es)
Maruxa y Coralia Fandiño Ricart fueron dos mujeres que durante décadas formaron parte del paisaje urbano de Santiago de Compostela. Fallecidas las dos a principio de la década de los años ochenta del pasado siglo, la ciudad les rindió homenaje en 1994 instalando un grupo escultórico que las representa en el parque de la Alameda. Se reparaba así, tardíamente, el escarnio al que habían estado sometidas.
Las llamadas Marías de Santiago son las protagonistas de una nueva producción del teatro Español en el Matadero: La dos en punto. Un texto escrito por Esther F. Carrodeguas y que dirige Natalia Menéndez. La autora, nacida en Rianxo, es una profesional de la escena en múltiples disciplinas, formada en la Escuela Superior de Arte Dramático de Galicia. Esta es la primera obra que estrena en Madrid.
Las dos Marías reales paseaban todos los días por el centro de Santiago a partir de las dos en punto de la tarde, de ahí el título. En su recorrido flirteaban con los universitarios que a esa hora poblaban la calles. Su imagen era casi esperpéntica, por lo que fueron objeto de burlas e insultos durante años. Pero ellas fueron fieles a su recorrido, protegidas por la máscara de una gruesa capa de maquillaje. Ellas fueron las dos únicas supervivientes de trece hermanos.
Para la dramaturga Carrodeguas:
--La de Coralia y Maruja es también una historia de valentía: de coraje, de lucha, de irreverencia, de desobediencia –civil‐, y de dignidad. En una palabra: de libertad. Una historia sobre la locura necesaria para vivir en este mundo de locos (¡y locas!). Maruja y Coralia Fandiño Ricart caminaban día tras día a las dos de la tarde siendo esa bandera arco‐ iris que contravenía el gris de la dictadura franquista en la capital gallega.
En 2008 ya se estrenó un documental sobre estas mujeres dirigido por Henrique Rivadulla Corcón. Ahora cobran vida en el escenario de las naves, convertido en circuito sin fin de aceras por las que transitan, llueva o haga sol, la dos hermanas. Les dan vida dos actrices que ganan peso en el panorama escénico español en cada uno de los montajes que protagonizan: Carmen Barrantes y Mona Jiménez. La primera tiene una extraordinaria capacidad para la caricatura como demostró hace muy pocos meses junto a su compañero Jorge Usón en ¡Con lo bien que estábamos! Esta pareja se dio a conocer en 2010 con el Cabaret de caricia y puntapié, galardonado con el premio Max al mejor espectáculo musical. En la última década ambos han participado individualmente en numeroso espectáculos teatrales y audiovisuales.
Mona Martínez empezó su carrera artística como bailarina pero, al instalarse en Madrid hace veinte años se decantó por la faceta de actriz. Aporta a sus personajes un desgarro y una sobriedad que la han convertido en una excelente actriz dramática, como ha demostrado en las últimas temporadas en Mi película italiana y Las Bárbaras. Aquí se mete en el personaje de Coralia, la hermana más tímida y apocada, siempre a merced de la voluntad de la mayor.
Las dos en punto se representa en la sala Fernando Arrabal de las Naves del Español del 22 de abril al 23 de mayo.