Carmen Barrantes se convierte en una de «las dos marías»

7/05/2021

ARAGÓN CULTURA (cartv.es)

  • La actriz oscense da vida junto a Mona Martínez a las hermanas Fandiño en la obra teatral 'Las dos en punto', bajo la dirección de Natalia Menéndez

El reloj marca las dos en punto de un día cualquiera de la Santiago de Compostela de los años 50 o 60. Pronto pasarán las hermanas Fandiño  con su colorida vestimenta, sus labios rojos y su cara blanca maquillada con polvo de arroz. Coralia y Maruxa pasaron a la historia como "las dos marías" y escondían un drama personal con la Guerra Civil como telón de fondo que no muchos conocen.

Estas dos costureras gallegas formaban parte de una conocida familia de anarquistas. Sus hermanos fueron perseguidos por la policía y obligados a vivir en la clandestinidad. Este hecho cambió radicalmente sus vidas. Las Fandiño fueron perseguidas y maltratadas por los falangistas para averiguar el paradero de sus hermanos, hasta que estos fueron arrestados. Una pesadilla que, según los expertos, fueron la causa de la locura que ambas sufrieron.

Estrafalarias, insolentes y rebeldes

En su figura profundiza Esther Carrodeaguas en ‘Las dos en punto’, escrito en gallego y galardonado con el premio Abrente de Textos Teatrales en Ribadavía en 2015 y que ahora publica en castellano la editorial 'Invasoras'.

“Estrafalarias, insolentes, rebeldes”. Las dos hermanas se negaron a ser olvidadas o borradas del mapa. Caminaban cada día por esas calles mojadas, tristes, orgullosas y desafiantes, mostrando sus ganas de vivir y sus miedos. A las 2 del mediodía, salían a la calle y atravesaban la zona vieja. Desde su casa hasta la Alameda se cruzaban con los estudiantes que salían a comer. No pasaban desapercibidas, con los labios perfilados de rojo y vestidas con colores llamativos en contraste con la oscuridad de la dictadura franquista.

Para salir de la absoluta miseria en la que estaban inmersas, contaron con la ayuda de los comerciantes y vecinos santiagueses, que aportaban parte de sus beneficios y propinas para alimentación de las hermanas. Este fue el grito de rebeldía de dos mujeres que soñaban con conocer el mar y se enamoraban de alguien nuevo en cada paseo.

Las hermanas Fandiño siguen formando parte del paisaje urbano de Santiago de Compostela gracias a la estatua que César Lombera les dedicó a la entrada de La Alameda. También ocupan las paredes de los restaurantes y tiendas de su ciudad, en las páginas de los libros y sobre el escenario.

La historia llega al teatro

En las Naves del Español en el Matadero de Madrid se representa estos días ‘Las dos en punto’. Una producción del Teatro Español en colaboración con la Octubre Producciones y bajo la dirección de Natalia MenéndezMona Martínez encarna a Coralia Fandiño y la actriz oscense Carmen Barrantes se pone en la piel de Maruxa.

“Cuando Natalia Menéndez me llamó para que fuera una de las protagonistas, recordé la historia. Pero ha sido toda una sorpresa descubrir lo que se escondía detrás de esos dos rostros maquillados”, explica en una entrevista en el programa 'La Cadiera' de Aragón Radio.

Inxilio y valentía

A Barrantes le gusta hablar de 'inxilio', un término que la autora emplea para definir a las personas que se quedaron en España, que sufrieron el menosprecio de los vecinos y que siguieron adelante como pudieron. Los cronistas dicen que estas hermanas desempeñaron, posiblemente sin saberlo, un papel fundamental en época de represión.

Mucha gente que se sentía ahogada por el régimen y que no se rebelaba por temor a represalias veía en las dos marías ese grito de libertad: "Esta historia nos hace reflexionar sobre los daños colaterales que deja una guerra. Desafortunadamente las hermanas Fandiño no fueron un caso aislado", afirma Barrantes.

En palabras de Esther Carrodeaguas,  Maruxa y Coralia “fueron burladas, violentadas, insultadas, silenciadas, fueron rojas, fueron putas, fueron nada”. Hoy, su historia nos recuerda que la valentía es de colores y pasea a las dos en punto

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