Por Antonio Arco (laverdad.es)
El Romea a reventar. Noche de sábado, primera de las dos funciones programadas en Murcia. Se abre el telón, ¡momento maravilloso!, y vemos la escenografía con abundante madera de Alessio Meloni iluminada por el jumillano Pedro Yagúe, que nunca defrauda. Se te clava la vista en un féretro abierto, ¡con muerto incluido!, o eso te crees. El muerto es Dumas (Daniel Albaladejo, ¡bravo!), y se disponen a velarlo sus dos mejores amigos, los tres en la cincuentena y los tres llamándose por sus apellidos desde su más tierna infancia. Los vivos, por ahora, son Manglano (Ginés García Millán, ¡bravo!) y Ufarte (José Luis García-Pérez, que también dirige con nervio la función, apostando por explotar su comicidad al máximo, ¡otro bravo!). Una función que jamás será la preferida de Angela Rodríguez 'Pam', la 'número dos' de Irene Montero.
Manglano mira el féretro y rompe a llorar. «Era el mejor de los tres. Parece mentira. Ayer corriendo la maratón y hoy... parece mentira», dice, como por decir algo que, en efecto, jamás pasará a la historia. Se pone solemne: «Tiene que morir alguien para que los demás valoremos la vida». O: «Amistad es saber que un día uno cargará con la muerte del otro». A continuación, busca una foto en el móvil y se la muestra a Ufarte. «¿Qué?, ¿Qué te parece?», le pregunta, a lo que Ufarte le responde: «¿Estás pensando cambiarte de coche?». Manglano: «Hoy me lo entregan». Ufarte: «Imponente». Manglano: «Puedo sacarte uno, un poco inferior pero de la misma gama, por esta cantidad». Ufarte: «¿Y tú qué te llevas?». Manglano: «Si te lo saco a ese precio, ¿Qué te importa lo que me lleve yo? Piénsatelo. De la misma gama. Solo un poco menos de potencia». Seguidamente, aprovecha para enseñar a Ufarte un vídeo que le resulta chocante, y se parte de risa, hasta que recuerda la presencia de Dumas y, «avergonzado» -puntualiza Mayorga- guarda el móvil. Y repite: «Era el mejor de los tres».
Manglano es así, y tampoco es que los otros dos sean mucho mejores, ni peores. Manglano es la leche, bien desnatada. En un momento dice «el hombre es un ser para la muerte», y al siguiente se dirige a Ufarte de este modo: «¿Sabes que me han dicho otra forma de preparar el conejo? Así lo preparan en Colombia». Y le muestra de nuevo el móvil para pedirle que se fije en... ¡el aliño!
Queda claro que nuestros tres protagonistas no son, ni en el fondo ni en la(s) forma(s), ni Thomas Bernhard, ni Ludwig Wittgenstein, ni H. P. Lovecraft. Juan Mayorga se ha adentrado en Amistad' en el tono sin complejos de comedia, desde luego ligera, sin pretender, ni de coña, medirse con esta obra con la mejor de Anja Hilling, y buscando no ya el humor, sino la risa, que bienvenida sea.
Veamos: Albaladejo, cuya presencia impone, da igual que vaya vestido de 'Otelo' por Lorenzo Caprile que disfrazado de gusanito, estuvo en el Romea en 2016 defendiendo una función de Mayorga, que el mismo autor dirigía, en las antípodas de 'Amistad'. 'Reikiavik' hablaba del deseo de ser otro, la necesidad de huir de nosotros mismos, el misterio de la genialidad, la dificultad para asumir las reglas de convivencia, el interés de los Estados en utilizar a los individuos en su provecho, la amargura que acarrea la derrota, el poder manipulador de las ideologías, las lecciones que encierra la Historia y la tristeza que conlleva el olvido.
García-Pérez pisó el Romea en 2017, junto a Blanca Portillo y también a las órdenes de Mayorga, para dejarse la piel en su obra 'El cartógrafo', un luminoso cántico fúnebre en memoria de todas las víctimas del horror, la locura humana y la ausencia sangrante de piedad. Ahora, los dos se juntan en una obra bien distinta a la que se ha sumado García Millán, que, de nuevo, como ya hizo en 'Khatie y el hipopótamo', de Vargas Llosa y junto a Ana Belén, lanzándose a cantar 'Les feuilles mortes' que Ivés Montand inmortalizó, vuelve a demostrar en 'Amistad' sus dotes para el canto con 'Help, ayúdame', de Tony Ronald. Se impone la pregunta: ¿para cuándo un musical a su altura?
Planeta Mayorga
Mayorga no es solo un autor de merecido prestigio internacional, es en sí mismo un planeta teatral que irradia, contagiándola, genialidad. También en el Romea disfrutamos de 'El Golem', otro texto suyo, complejo y bellísimo, que te va transformando en hoguera conforme lo vas escuchando. Un texto que le puso las pilas al director Alfredo Sanzol y a la actriz Vicky Luengo, que brillaron de un modo memorable.
Con 'Amistad', Mayorga logra que tres actores que lo admiran y que se admiran consigan contagiar al patio de butacas la felicidad que sienten embarcados en esta comedia, que se nos muestra con un punto a lo Ionesco, otro a La Zaranda y otro, ¡uy!, a lo Tricicle. He aquí a tres hombres corrientes, amigos de toda la vida, que deciden jugar, haciéndose uno tras el otro el muerto en un velatorio, a decirse las verdades que nunca se han atrevido a confesarse; un par de ellas, sobre todo la relacionada directamente con Dumas y Ufarte, que no desvelaré y que Mayorga deja apenas esbozada. Tres hombres corrientes con sus conversaciones corrientes: fútbol, coches y relojes de alta gama, éxito laboral... Ni se les ocurre, porque además lo más probable es que no les importe, arreglar el mundo. Cierto: hay algunos lugares comunes y otros tantos chistes fáciles, pero el conjunto se disfruta y el público del Romea, al finalizar la representación, estalló en ovaciones. A ver, ¡que se nos ha vendido 'Arte' de Jasmina Reza como una obra de arte! A ver, que a Mayorga también le gusta de cuando en cuando el cachondeo, que no es de Marte!