Por José-Miguel Vila (diariocritico.com)
Natalia Menéndez dirige en las Naves del Español en Matadero ‘Las dos en punto’, un texto de Esther Carrodeguas que protagonizan Mona Martínez y Carmen Barrantes. Ellas son, respectivamente, Coralia y Maruxa Fandiño Ricart, dos hermanas costureras que, durante décadas y hasta su muerte en los años 80 del siglo pasado, formaban parte del paisaje urbano de Santiago de Compostela. A ambas se les podía encontrar en la calle, siempre maquilladas y con los labios pintados en exceso. Era su forma de esconder la marginación, el maltrato y el desprecio sociales que se cernía sobre ellas desde la guerra civil por su pasado familiar republicano.
El texto, originalmente escrito en gallego y que ahora se representa en castellano, recibió el Premio Abrente de Teatro MIT Ribadavia 2015.
La tragicomedia aborda en forma de poético, caricaturesco y amargo esperpento valleinclanesco la cruel, singular, extravagante y estrafalaria vida de dos mujeres venidas a menos por el hecho de haber nacido en el seno de una familia de perdedores. Habían sido costureras pero ahora nadie reclamaba sus servicios y eran objeto de burla y de comentarios despectivos y conmiserativos por parte de los habitantes de la ciudad gallega cuando, como cada día, a ‘Las dos en punto’, empolvadas y con vestidos multicolores y llamativos, emprendían su particular tournée por Santiago, siempre siguiendo el mismo itinerario y siempre cogidas del brazo y esquivando con altivez y como podían los improperios, las sonrisitas y el desprecio casi generales.
Maruxa y Coralia –mimetizadas por Carmen Barrantes y Mona Martínez, entrañables y excesivas-, siempre arregladas y con las faldas por debajo de las rodillas (“a la calle se sale bien vestida y maquillada”), se llenan de dignidad para afrontar esa diaria humillación a la que muchas veces responden con improperios y provocaciones verbales que no hacen más que esconder su dolor, sus frustraciones, sus deseos malogrados, sus profundas heridas únicamente adormecidas con los excesos de ingesta de Sansón, una bebida alcohólica “reconstituyente” de la época.
El colorista vestuario y la oscura escenografía (gran pantalla al fondo, dos plataformas móviles y un montón de vestidos esparcidos por ellas), llevan la firma de Elisa Sanz; el diseño de iluminación es de Juanjo Llorens; el diseño de videoescena es de Álvaro Luna; el espacio sonoro de Ana Villa y Juanjo Valmorisco; la música de Ana Villa, y el movimiento escénico de Mónica Runde (10&10).
Setenta y cinco minutos de comedia, de tragedia, de teatro del absurdo y de realismo poético teñidos de dolor, de amargura, de abusos, pero también de valentía ante la adversidad, de rebeldía contra la invisibilidad y de fuerza moral frente a los valores dominantes en la época. Interesante.
‘Las dos en punto’
Autora: Esther F. Carrodeguas
Dirección: Natalia Menéndez
Reparto: Mona Martínez y Carmen Barrantes
Escenografía y vestuario: Elisa Sanz (AAPEE)
Diseño de iluminación: Juanjo Llorens (AAI)
Diseño de videoescena: Álvaro Luna (AAI)
Espacio sonoro: Ana Villa y Juanjo Valmorisco
Movimiento escénico y de actrices: Mónica Runde (10&10)
Ayudante de escenografía y vestuario: Lua Quiroga Paúl (AAPEE)
Ayudante de iluminación: Rodrigo Ortega (AAI)
Ayudante de videoescena: Elvira Ruiz Zurita
Ayudante de dirección: Pilar Valenciano
Producción ejecutiva: Santiago Ayala
Una coproducción de Teatro Español y Octubre Producciones.
Naves del Español, Madrid
Hasta el 23 de mayo de 2021