«Amistad»: después del velatorio

25/01/2023

Por Raúl Losánez (larazon.es)

Amistad Juan Mayorga Gines García Millán José Luís García-Pérez Daniel Albaladejo

La vida, los recuerdos, el amor, la masculinidad, el paso del tiempo y, sobre todo, la amistad a la que alude directamente el título del montaje son algunos de los temas que toca la nueva obra del dramaturgo y académico Juan Mayorga. La función cuenta con un elenco reducido en actores, pero sobrado en calidad: Ginés García Millán, Daniel Albaladejo y José Luis García-Pérez son los protagonistas, bajo la dirección del último de ellos, de un espectáculo que parece encuadrarse en las coordenadas de la comedia de manera más clara que otras obras de Mayorga, aunque en verdad el humor y la ironía estén muy presentes en buena parte de su producción. “No sé si es una comedia o no –dice el autor–, porque yo, cuando escribo, nunca pienso en el género de la obra. Me dejo llevar por los personajes y las situaciones. Pero es cierto que la gente que ha podido ver los ensayos se ha reído mucho viendo las peripecias de los personajes que interpretan estos tres grandes actores”. Para García Millán se trata de “un puro juego teatral que plantea, a la vez, muchas cosas interesantes sobre la vida, sobre la muerte y sobre la amistad”.

En cuanto al lenguaje, asegura Mayorga que “al releerla ahora, y al escucharla en boca de los actores, tengo la sensación que esta obra la he escrito, más que otras, al dictado de la calle”. Sin embargo, como cabe esperar en cualquier texto del Premio Princesa de Asturias de las Letras 2022, la chispa humorística y la ingeniosa reordenación y manipulación de frases y anécdotas escuchadas no son la verdadera esencia de Amistad. De hecho, fue una reflexión atribuida nada menos que a Aristóteles, que se parafrasea en la propia obra, lo que le empujó a escribirla. “Hablando acerca de lo que significa velar a un muerto con un amigo, al cual perdí poco después, por cierto, por el coronavirus, me vino a la cabeza esa idea de que a la amistad subyace el saber que un día uno de los amigos cargará con la ausencia y con la memoria del otro. Fue así como me lancé a escribir esta obra que, por ventura, cayó en manos de José Luis (García-Pérez) y de estos actores; ellos son los que la han convertido, creo, en una experiencia teatral”, dice el escritor con su proverbial generosidad.