Por M. F. ANTUÑA (elcomercio.es)
Ha sido un año movidito. Tristán Ulloa (Orleans, 1970) empezó 2021 rodando una película en Bulgaria, después grabó la segunda temporada de la serie americana 'Warrior Nun' e ipso facto se metió de lleno en 'True West', el texto de Sam Shepard que ha adaptado Eduardo Mendoza y que dirige Montse Tixé. Pablo Derqui le da la réplica en escena. Juntos, con José Luis Esteban y Jeannine Mestre, cocinan un drama familiar que reflexiona sobre la identidad y que el sábado se estrena (20 horas, 24 euros) en el Niemeyer de Avilés.
-¿Cómo vive los días previos al estreno?
-Haciendo vida de monje y tan concentrado en el trabajo que apenas tengo tiempo de ponerme nervioso. Estamos en proceso, hay cosas por rematar...
-¿Siempre falta una semana?
-Siempre, sí, y en estos tiempos, más.
-Shepard y Mendoza. Menudo dúo.
-Hay algo que sintoniza en los dos: tienen un extraordinario sentido del humor, son dos tipos con una onda muy espiritual... Hay una combinación bonita entre el humor y la espiritualidad, que se tornan con ellos líricos y poéticos. Es algo que me fascina de ambos, y que trabajan también mucho con el absurdo, porque este es un texto que entronca con el teatro del absurdo.
-O sea, imposible decir que no a un proyecto así.
-Claro. Este texto surgió de la propia directora, Montse Tixé, que ha sido ayudante de dirección de los grandes toda su vida. Siempre teníamos un pique con ella de 'a ver cuándo te atreves a dirigir', y un día, después del confinamiento, me invitaron ella y Pablo Derqui a comer y me propusieron hacerlo.
-¿Se lo han pasado bien?
-Nos lo estamos pasando bien. Es una obra muy exigente, tanto física como mentalmente, hemos tenido que memorizar 60 páginas de guion, Pablo y yo estamos en todas las escenas, pero también hemos podido trabajar con libertad, investigar, jugar en los ensayos, lanzarnos a la piscina, hacer locuras.
-¿Qué poso deja el personaje?
-Espero que poco (risas). Cuando empecé a leer el texto tenía una relación extraña con él, es un tipo que vive en el desierto, maltrata a su hermano, que tuvo una infancia jodida, con un sentido del humor retorcido, bebedor, jugador... Pero le estoy pillando cariño ahora.
-¿Los malos molan más?
-No creo que sea malo. La maldad en sí es algo simplón, es como es a pesar suyo, es un mecanismo de defensa. Al final estás viendo a dos críos en escena, son dos adultos con código de niños.
-¿Qué runrún deja al público?
-Yo espero que el de haber visto un espectáculo de buena factura, bonito. Y, modestia aparte, estamos haciendo un gran trabajo de construcción de personajes. Nos hemos implicado muchísimo. Es una historia de vínculos familares y de aprender a quererse. Son dos personajes que se quieren mal, que han manejado mal las relaciones familiares, que se han dejando llevar por situaciones violentas y absurdas, y esto que parece tan rocambolesco es más común de lo que pensamos.
-¿Cómo encontró tiempo para este montaje si no para?
-A veces parece que es más de lo que es. En enero-febrero fui a Bulgaria hacer una película, 'Stoyan', de Roberto Ruiz Céspedes, que se estrenará a principios de año, y después empecé la segunda temporada de 'Warrior Nun', la serie americana, que terminamos hace un mes, y después, el teatro.
-Ha trabajado en producciones extranjeras. ¿Qué les envidia?
-Me gusta de la industria americana la falta de prejuicios. No tienen ningún problema en verte en cualquier proyecto, a mí me han ofrecido trabajos allí que no hubiera podido hacer en España. Si además escribes, diriges, cualquier tipo de iniciativa, les encanta. Eso aquí es impensable.
-¿Falta riesgo en el audiovisual español?
-Yo sí lo pienso. Las plataformas están muy bien, pero buscan fórmulas muy estándares y, si no entras en ellas, es complicado.
-Usted dirigió 'Pudor', una película que rodó en Gijón en 2006.
-Fue fantástico, me lo pasé muy bien. Asturias en general me gusta, pero Gijón es una ciudad que me encanta. Fue un acierto.
-¿Y para cuándo otra?
-Esa es la pregunta del millón. Se me ocurrió escribir otra en plena crisis, se intentó y no pudo ser. Cuando tratas de hacer cosas diferentes, no todo el mundo está dispuesto a entrar ahí. Pero sí tengo alguna idea para sacar adelante, sin prisa.
-Y después, la gira ¿y qué más?
-Empezamos a girar, luego ya para febrero o marzo empiezo una serie para Netflix, una pequeña colaboración en 'La chica de la nieve', y después parece posible una tercera temporada de 'Warrior Nun'. Pero yo vivo el día a día, estoy con 'True West' ahora y no quiero pensar más allá. Es curioso, los actores estamos muy hechos a la incertidumbre, con y sin pandemia, tenemos callo en eso, y no planeamos más allá de a unos meses vista. Y menos ahora.